Parashá Beshalaj

Parashá Beshalaj

De Rav Reuven Tradburks

Paró persigue, se parte el mar, el pueblo canta. La gente viajó y se quejó por el agua en Mara, por pan y carne en el desierto de Sin, y por agua en Refidim. Amalek atacó y fue derrotado.

 

1ª Aliya (13:17-14:8) D-os dirige a los judíos en dirección al mar. Moisés lleva los huesos de Yosef. Una nube los guía durante el día, fuego por la noche. D-os les indica que eviten la ruta directa a la Tierra de Israel, por miedo a que el regresar a Egipto sea demasiado fácil. Más bien acampen al lado del mar para que Paró los note. Yo endureceré su corazón y él perseguirá, y así sabrá Egipto que Yo soy D-os.  Paró persiguió dirigiendo a sus selectos carruajes.

Nuestra parashá presenta un nuevo capítulo en la historia del pueblo judío: el capítulo de libertad nacional. Desde el momento que se le dijo a Abraham “por 400 años tu gente sufrirá en un país extranjero”, hubo una nube flotando sobre la gente. Siete capítulos completos, desde la venta de Yosef hasta ahora, contaron esta historia de sufrimiento.

Pero ahora, con la libertad, viene el desafío de vivir. Ser un pueblo libre, es un maravilloso concepto, pero una dura realidad. Casi es más fácil vivir con la esperanza de ser libres, que ser libres en realidad.

Incluso D-os Mismo, se preocupa de que la gente estará frustrada con las incertidumbres de la libertad, ellos desearán la comodidad y la certidumbre de la vida de esclavitud. Y querrán regresar a Egipto. Por lo tanto, Él los desvía a una ruta indirecta.

 

2ª Aliya (14:9-14) Cuando el ejército de Paró se acerca, la gente tiene miedo. Le ruegan a D-os y le dicen a Moisés: ¿para qué nos sacaste de Egipto para venir a morir al desierto? Hubiéramos preferido ser esclavos en Egipto que morir en el desierto. Moisés les dice que no teman porque están a punto de ver la salvación de D-os.

El enfoque de la Torá cambia dramáticamente. Hay cuatro figuras importantes en esta historia: D-os, Moisés, Paró, y el pueblo judío. Pero una de ellas ha estado ausente en la mayor parte de la historia: el pueblo judío. Hemos escuchado muy poco del pueblo judío en toda la historia del Éxodo. Moisés, bajo la dirección de D-os, se enfrentó a Paró. Moisés recibió las mitzvot (mandamientos) antes de la plaga del primogénito. Todo lo que sabemos de los judíos es que hicieron todo lo que D-os indicó con respecto al sacrificio de pesaj. Incluso en la dramática noche del Éxodo, cuando Paró les ordenó que partieran, sólo escuchamos que recibieron oro y plata y del esfuerzo para conseguir comestibles, y sin tiempo para dejar levantar a la masa.

¿Qué hay del júbilo y la celebración? ¿Y del miedo, la preocupación, el miedo a lo desconocido, el miedo al cambio, el miedo a la vulnerabilidad, el miedo a la venganza de Paró? ¿Qué sabemos de sus emociones, sus pensamientos? No sabemos nada de esto. Hasta ahora.

Todo esto cambia aquí. Ahora escuchamos de sus luchas, sus preocupaciones, sus ansiedades. Porque hasta ahora, la narración ha sido desde la perspectiva de D-os, con el fin de enseñar la lección de la Mano de D-os en el mundo. Ahora el enfoque cambia hacia los judíos. Hemos aprendido Sus lecciones. Ahora debemos vivirlas. Y eso nos trae miedo, júbilo, incertidumbre, decepción, y vulnerabilidad. Todo lo que hace a la gente humana.

 

3ª Aliya (14:15-25) D-os le indica a Moisés que levante su mano y así el mar se partirá. Y que Él endurecerá el corazón de Egipto para que Él sea glorificado por Paró y su séquito. Y Egipto sabrá que Yo soy D-os. Moisés así lo hizo; la gente entró a la tierra seca en el mar con las aguas como paredes de ambos lados. Los egipcios los siguieron; por la mañana fueron atrapados por el mar.

La división del mar renueva el tema del agua como un símbolo de comienzos. El agua se destaca en la Creación, en la cuna de Moisés en el río y ahora. El comienzo del mundo, el comienzo del Éxodo, y ahora, el comienzo de la vida nacional judía. La vida nacional judía comienza con los judíos pisando el agua. Ya no son sólo Sus milagros, nosotros participamos como socios en Su plan. Tomando el primer paso en el agua.

 

4ª Aliya (14:26-15:26) Las aguas regresaron y ahogaron a todos los egipcios. El pueblo judío vio a los egipcios muertos, vio la Mano de D-os, temieron a D-os, creyeron en Él y en Moisés. Moisés y el pueblo cantaron: “Az Yashir, yo le cantaré a D-os, mi fuerza, mi redentor, mi D-os. Él es el Uno de la Guerra. Tu Mano es poderosa, Tu Mano conquista a los enemigos. Las naciones Le temerán. D-os regirá para siempre”. Miriam condujo a la gente en el canto. Moisés condujo a la gente hacia el desierto, hacia Mara. La gente se quejó por el agua. D-os le indicó a Moisés que arroje madera y endulce el agua.

En la gran canción en el mar, vemos liberadas las emociones. El pueblo canta. La redención Divina exige una respuesta humana. En realidad, cuando citamos el éxodo de Egipto en nuestra tefilá (rezo) inevitablemente mencionamos la Shira (canto), la historia del éxodo no termina hasta que la gente canta.

Aquí encontramos júbilo, aprecio, dicha, y fe. Y aunque todo el pueblo canta con Moisés, curiosamente la canción es en la primera persona del singular: n es en la primera persona del singular: Yo canto, Mi fuerza. Esto es personal, individual-mío, no nuestro. Todos cantamos la canción del mar, y sin embargo en el singular: Mi D-os me salvó.

En realidad, aunque solo estoy especulando, esto pudiera ser el origen de la frase en la Hagadá “cada persona debe verse a sí mismo saliendo de Egipto”. Si contamos la historia de Egipto con exactitud, debemos notar que cada persona, individualmente, personalmente, cantó la canción en singular: Mi D-os me salvó, Mi D-os luchó la batalla. Y, por lo tanto, si deseamos contar la historia con precisión en el seder, nosotros también debemos de sentir individualmente nuestro lugar en esa historia, tal cual el judío, individualmente, lo hizo en ese tiempo.

 

5ª Aliya (15:27-16:10) Viajaron al desierto de Sin. Se quejaron: ¡ah! ¡si nos hubiéramos quedado en Egipto con la abundancia de pan y carne! Se proveía la maná por la mañana: junten lo suficiente por un día, el viernes para dos días. D-os apareció en una nube.

La serie de quejas da comienzo al engorroso negocio de ser un pueblo. No obstante, aunque la libertad puede ser muy elevada, las preocupaciones humanas son más inmediatas. Ellos se quejan por el agua, pan, carne, y otra vez agua. Moisés está exasperado.

La frustración de Moisés está resaltada para destacar quien es el verdadero Líder aquí. Toda la historia del Éxodo es la historia de la intervención Divina. Él nos liberó, Moisés sólo levantó su bastón. Él dividió el mar, Moisés sólo levantó su bastón. Y Él se preocupa por nosotros, Moisés sólo golpeó la roca con su bastón. No es la historia de Moisés, el líder carismático, llevando a su gente hacia la libertad. Es la historia de D-os, utilizando a su fiel siervo para conducir a Su pueblo a la libertad. Y a cuidarlos.

 

6ª Aliya (16:11-36) La carne vendrá por la noche. Cada persona debe juntar diariamente maná para sus necesidades. Algunas personas guardaron para el día siguiente: se estropeó. Y algunos fueron a recoger en Shabat. D-os cuestionó: ¿por cuánto tiempo se resistirán a seguir mis mandamientos? D-os les ha dado Shabat, por lo tanto, les da doble el sábado. Aarón, guarda una porción de maná para conservar para siempre. El pueblo judío comió maná por 40 años.

Shabat antecede la entrega de la Torá. La Mitzvá de Shabat es la cuarta de los Diez Mandamientos. Sin embargo, ya aquí, antes del Monte Sinaí, está la idea de Shabat. Preparen lo que necesitan el viernes. El viernes junten el doble. No junten en Shabat. Porque nada caerá.

Hay una ironía en dar maná y Shabat al mismo tiempo. Trabajarás seis días. El séptimo es un día de descanso. Pero, se les está dando la comida cayendo del cielo. ¿Qué trabajo están haciendo por seis días?

Aquí, en un ambiente sin trabajo, existe Shabat. Se entiende que no sólo es un día libre después de una semana de trabajo duro. Es un día sagrado, un encuentro con la Shejiná. La ausencia de trabajo es un medio para lograr el fin de una perspectiva espiritual. Un día introspectivo con la Shejiná es significativo, tanto si es o no después de seis días de trabajo.

 

7ª Aliya (17:1-16) No había agua en Refidim. La gente protestó, y también Moisés. Se le indicó a Moisés que golpee la roca, se produjo agua. Amalek atacó en Refidim. Josué venció a Amalek. Un recordatorio de esta guerra debe ser anotado.

La relación de la guerra de Amalek con todo lo ocurrido antes, es informativa. Lo Divino nos suministró: liberación de la esclavitud, intervención en el mar, agua, comida, carne, nuevamente agua. Pareciera ser que Amalek está atacando esa realidad. Un pueblo con un D-os que protege y provee- ese es un pueblo que yo ataco.

Los enemigos del pueblo judío nos ven como el pueblo de D-os. Un pueblo protegido por Su Mano. Eso provoca celos, resentimiento y negación. De esto no necesitamos ningún comentario.

 

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